Fundaciones en el sector turístico

En un mundo donde el turismo representa uno de cada diez puestos de trabajo, es evidente que las empresas turísticas tienen un notable impacto sobre la economía, la sociedad y el medio ambiente. Para gestionarlo de manera adecuada, numerosas compañías del sector comenzaron a desplegar una política de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), integrándola en la gestión de la empresa pero otras decidieron dar un paso más allá y apostaron por crear un nuevo tipo de entidad que les permitiera canalizar y visualizar con más efectividad dichos esfuerzos en varios ámbitos: fines sociales, medioambientales, culturales, formativos, de investigación, etc. Así nacieron decenas de fundaciones vinculadas a empresas turísticas por todo el mundo, de las que encontramos ejemplos en España.

Desde fuera, las fundaciones pueden ser vistas como un instrumento que permite a la empresa obtener importantes ventajas fiscales, bien sea a través de transmisiones patrimoniales a la entidad, aportación de fondos económicos, rebajas de impuestos, etc. Pero cada vez más hay otras razones por las que merece la pena crear una fundación:

  • Por profesionalizar la responsabilidad social corporativa.
  • Por imagen, marketing, mejorando la visibilidad de la empresa.
  • Porque es la herramienta más útil para captar fondos públicos y privados.
  • Es también la figura con más continuidad de futuro, aportando mayor solidez y consolidación al proyecto.
  • Es muy ágil y flexible.
  • Está más vinculada a la sociedad a la que aporta un mayor servicio por los beneficios fiscales de los que goza.
  • Es una entidad menos agresiva que una sociedad mercantil por el carácter social de los fines.
  • Tiene más prestigio, más credibilidad.

Año tras año se consiguen muchos avances gracias a las fundaciones en áreas tan sensibles como los derechos de la infancia, la integración social de colectivos desfavorecidos o la preservación de especies amenazadas, entre muchos otros fines. Por todo ello, sería deseable que en España las fundaciones vinculadas al sector turístico no sólo fueran impulsadas por grandes compañías, sino que existieran más fundaciones formadas conjuntamente por pymes y destinos turísticos, en lo que sería un magnífico ejemplo de colaboración público-privada.

Entre las fundaciones del sector turístico destacan:

La impulsada por el grupo de empresas Matutes donde no existe un departamento de responsabilidad social corporativa, toda la labor se realiza por la fundación que aporta una gran ayuda al entorno que la rodea, pero ¿qué recibe la empresa además de ventajas fiscales? Una de las ventajas es una mayor identificación de sus empleados con la compañía.  Y los clientes, también.

En PortAventura Fundación el trabajo se centra en la integración social de colectivos en riesgo de exclusión social, con especial atención a los niños y jóvenes. A nivel económico, la empresa PortAventura aporta a la Fundación un 0,7% de su beneficio neto anual. La fundación recibió por ejemplo hace unos años un premio World Travel Market (WTM) Global Award otorgados por la feria turística de Londres. Las actividades tienen con la fundación una mayor trascendencia, transparencia y una profesionalización para el desarrollo de sus acciones.

El Aula del Mar en Loro Parque permite a los niños conocer la variedad de especies animales que alberga el recinto, desde una perspectiva de conservación, cuidado y respeto por la naturaleza, así como la labor que lleva a cabo la Fundación Loro Parque.

Por otra parte, la Fundación Iberostar se centra en la acción social, la promoción cultural y la educación para el desarrollo. Respecto a las sinergias que se crean, desde el grupo hotelero apuntan: “La presencia en diferentes países nos acerca a distintas realidades y nos pone en contacto con una amplia variedad de interlocutores sociales, lo cual enriquece las perspectivas de actuación de la Fundación Iberostar. Son los propios ejecutivos de Iberostar en cada destino quienes nos proponen proyectos”. Y por otro lado repercute en la marca turística, la refuerza y complementa.

En Alcazar Abogados y Consultores, podemos ayudarle.

Este texto en buena parte se debe al artículo publicado en la revista HOSTELTUR de 2013 por @XavierCanalis, @carmenhosteltur, @vivi_hinojosa, @angelesvargaspe.
Por la declaración del Castillo de Loarre como Patrimonio de la Humanidad
1 Comentario
  • admin
    Publicado a las 14:50h, 08 enero Responder

    La pregunta es algo genérica, pero si que puedes hacer lo que deduzco planteas, otra cosa es el planteamiento fiscal. Si están en tus fines y nos son actividades mercantiles, cabrían sin problema. Si por ejemplo organizas un viaje solidario para formar voluntarios o llevarles… otra cosa es que la actividad sea en si misma solo mercantil, es ese caso puedes hacerlo pero sin las ventajas fiscales.

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