Publiqué este texto hace años tras las consultas de algunos amigos. Y es uno de los textos más visitados de la web, después de las «ventajas fiscales de las fundaciones». A veces, toca acudir a actos solemnes y bueno es saber estar. Cuando escribimos de etiqueta nos referimos al vestuario necesario para acudir a determinados actos o celebraciones. Hablaremos más de la etiqueta masculina, ya que, propiamente dicha, solo ésta existe, siendo la femenina indefinida, al carecer de unas normas fijas.
Debemos tener en cuenta ciertas normas a la hora de vestir de etiqueta, que vienen determinadas por la hora del día en la que se celebra el acto o ceremonia, y por la solemnidad del mismo.
Aunque no se lleve mucha vida social, son normas que ayudan para no terminar como algunos que se ven con camisas negras en bodas… Bastaría con algo de sentido común. De todos modos, si no se lleva una «gran vida social» no será necesario contar en su armario con alguna de estas prendas; la mejor opción es alquilarlo en alguno de los establecimientos dedicados a ellos. Estos profesionales, se lo ajustarán y adaptarán, en caso de ser necesario, y le asesorarán, con lo que lucirá el atuendo, elegante y adecuado, por un módico precio.
Además, dada la ocasionalidad de este tipo de vestuario, para la mayoría de las personas, el alquiler del traje, evitará también posibles cambios de talla, de tiempo en tiempo, de modas o de cualquier otra eventualidad que pudiera darse.
Los trajes de etiqueta masculinos e indumentaria de gala son los que siguen, cada uno de ellos explicado de forma especial y pormenorizada, con todas sus prendas y las ocasiones en que debe vestirse uno u otro: PARA LEER SOBRE EL CHAQUÉ – SOBRE EL ESMOQUIN – SOBRE EL FRAC SOBRE LA ETIQUETA FEMENINA