Las residencias, como cualquier empresa, pueden mejorar en su rentabilidad. Es evidente que en igualdad de condiciones algunas funcionan mejor que otras, tienen más beneficios. El primer paso es darse cuenta de que es posible mejorar.
Para mejorar, se necesita conocer muy bien los instrumentos con los que contamos, el personal necesario, los gastos que tenemos… y podemos asegurar, que lo primero, nuestra forma jurídica: atender a la tercera edad debe hacerse con la forma jurídica de la fundación, con todas sus ventajas, precisamente por la propia actividad a desarrollar.
La fundación, como hemos escrito en anteriores posts es la figura idónea para llevar el negocio de una residencia geriátrica:
• Es la herramienta más útil para captar fondos públicos y privados.
• Es la figura con más continuidad de futuro. Aporta mayor solidez y consolidación al proyecto.
• Es más ágil y flexible.
• Es también una fórmula ideal para salvaguardar el patrimonio.
• Está más vinculada a la sociedad a la que aporta un mayor servicio por los beneficios fiscales de los que goza.
• Es una entidad menos agresiva que una sociedad mercantil por el carácter social de los fines.
• Tiene más prestigio, más credibilidad.
Es un hecho que en las residencias con una ocupación media-baja y gestionada por una familia, no podemos contar con cargos y personal simplemente ejecutivo, sino que todo el personal debería formar parte de la unidad productiva, familiar, para que sea rentable. Pues, igualmente hemos de tener en cuenta que en el momento actual, donde los familiares empiezan a llevarse de las residencias a sus mayores a casa por la falta de recursos, debemos buscar el modo de seguir en contacto con estas personas y su entorno. Y para esto, quizás por medio de otros sistemas de negocio como puede ser la Ayuda a domicilio o los Centros de Día.
Para la dirección y gestión de una residencia es cada vez más evidente que se ha de contar con un equipo de profesionales que le ayuden a gestionar los recursos con mayor detalle, para que los costos y cargas sean así perfectos al modelo y volumen de la Empresa.
Otra posibilidad que se utiliza en muchas residencias es la figura del Voluntariado, para aumentar la atención al residente.
No se quede con dudas: podemos analizar la residencia, efectuar un estudio comparativo y dar a conocer las ventajas económicas, fiscales, laborales, de competencia y sociales que supone trabajar en este sector como fundación.
Todo esto no es una teoría, son ya centenares las residencias geriátricas que son fundaciones. Lo extraño es lo contrario.