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La Fundación Sanitas estrena «Como uno más»

 

Como uno más es la historia de Pincho, Marco y Blanca. Una historia que cuenta cómo sus vidas están marcadas por el deporte, que les hace sentir normales, parte de un grupo, felices. Porque Pincho, Marco y Blanca son tres niños con discapacidad y Cómo uno más es el primer documental sobre deporte inclusivo (practicado por niños con y sin discapacidad). Dirigido por la directora y vicepresidenta de la Academia de las Artes las Ciencias Cinematográficas, Judith Colell (Nosotras, 53 días de invierno), fue presentado ayer por la Fundación Sanitas en la Sala roja de los Teatros del Canal (Madrid) en un acto en el que también estaban presentes Emilio Butragueño, Irene Villa y David Villaverde, Director General de Deportes del CSD. «En Sanitas hemos querido mostrar lo que está detrás. Que hagan juntos deporte personas con y sin discapacidad es algo que debemos pelear. El documental reivindica esta posición», aseveró Iñaki Ereño, consejero delegado de Sanitas. El documental es una de las actividades que la Fundación Sanitas promueve dentro de la Alianza Estratégica por el Deporte Inclusivo creada en 2010 con el CSD, el Ayuntamiento de Madrid, el Comité Paralímpico Español, la Fundación Once, Telemadrid, la Fundación Real Madrid, CERMI, la Fundación SM y Liberty Seguros.

A la presentación tampoco faltaron ni Pincho ni Marco ni Blanca. Ellos eran las estrellas. Emocionan, trasmiten, calan. Como uno más se adentra en sus vidas, en su casa y en la cancha, donde gracias al deporte se sienten uno más. «Antes sólo tenía a mi madre, bueno, a mi familia y nada más. Ahora tengo el deporte, el hockey. Y eso me hace sentir normal, ser feliz», esgrime Marco, de 18 años, que a los cinco años le fue diagnosticado la enfermedad de Draguer y distrofia muscular de Duchenne. Pincho esquía, juega a baloncesto, a padel, ciclismo, piragüismo… Tiene once años y sufre una discapacidad motora y lleva prótesis en ambas piernas, es alegre, extrovertido, idolatra a Oscar Pistorius y a los tres años hizo el descenso del Sella remando al revés. El deporte es el centro de su vida y se maneja con soltura, apuntando maneras, hechuras de un gran deportista para el futuro. Blanca también se mueve con soltura con un balón de baloncesto en las manos. Tiene quince años y nació con espina bífida en uno de sus grados más severos. Forma parte de la Asociación de Espina Bífida de Madrid (AMEB), donde hace años que es la única chica, y también participa en el Campeonato de Baloncesto Femenino para chicas con discapacidad que se organiza en Toledo con el apoyo de la Fundación Cruyff.